Un paso atrás

Estuve malgastando el tiempo, pensando en ilusiones pasadas, comprendiendo ciertas cosas que jamás había pensado. Reviviendo, una y otra vez, momentos que creía perdidos entre las miles y miles de palabras que se dijeron entre tanta incoherencia. Palabras, que con solo insinuarlas, podían cortar la tensión del aire como el más afilado de los cuchillos.
Son ulceras, dolorosas y sangrantes. Que van a estar ahí por el resto de mis días, poniendo en mi boca su gusto metálico en cada paso en falso que de, en casa sonrisa que pierda.
Sin embargo, ese mal sabor me resulta tan familiar que es inclusive reconfortante… El recordarte abrazándome durante las siestas de agosto es, por hoy, mi actividad preferida.