Había una vez...  un joven que no supo ser querido, no le enseñaron el valor del corazón. Nunca perteneció, ni supo como pertenecer. Se ato a su destino con la promesa de dar el corazón sinceramente a cada persona que le otorgase un rayo de luz a su enmarañada visión... Sin saber que llevaba consigo el tesoro más grande: La gran aventura de querer desde el alma. 

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